10 platos imprescindibles de la gastronomía de Italia
Por sabor, por
frescura, por popularidad, porque nos llena de recuerdos de viajes y
niñez, porque gusta a casi todo el mundo. La cocina italiana es una de
las más populares del mundo. Por ello, y porque nos apetece, hoy te
traemos 10 platos imprescindibles de la gastronomía de Italia
que debes conocer. Como siempre, además de explicarte un poco sus
orígenes y en qué consiste cada uno, te vamos a chivar dónde puedes
probarlos. Disfruta con esta selección de restaurantes italianos de Madrid y restaurantes italianos de Barcelona.
Una curiosidad: Si vas a Nápoles, debes saber que la auténtica pizza de este lugar tiene denominación de origen, la Especialidad Tradicional Garantizada (Specialità Tradizionale Garantita, en sus siglas en italiano).
Grosso modo, hay dos tipos de pizzas italianas: La napolitana y la romana. La primera se hace con una masa más hidratada, de forma que la corteza es esponjosa y la masa es más suave. La romana es más fina y crujiente (la masa contiene menos agua) y se hornea durante más tiempo.
Para tomar pizzas increíbles, te remitimos a nuestro reportaje sobre las pizzas gourmet en Madrid y Barcelona de nuestros restaurantes.
En Okavango, el nuevo espacio de Rumbo Aravaca (un proyecto del Grupo Larrumba) sirven una fabulosa focaccia de roast beef con salsa de pimienta y un toque de rúcula que parece hecha a posta para ser disfrutada, al centro, por todos los comensales.
En Barcelona hornean una gran focaccia en Inmortales, trattoria con gran tradición en la ciudad. Se sirve con tomates cherry, cebolla, mozzarella de búfala y jamón ibérico. Y si coges mesa con nosotros obtendrás un descuento de hasta el 50 por ciento en carta.
Hay muchas recetas de espaguetis famosas; entre ellas destacamos los celebérrimos espaguetis con albóndigas, a la putanesca(con un toque picante, con aceite de oliva, ajo, tomate, peperoncino y anchoas), a la carbonara (la receta original no lleva nata) y los espaguetis alle vongole, clásicos en la cocina napolitana, preparados con un sofrito de ajo y aceite de oliva, vino blanco y almejas.
Para comer espaguetis increíbles en Madrid reserva mesa en Pasta Mito – Mercado de Chamartín o en su espacio de Alburquerque. Aquí hacen los auténticos espaguetis a la carbonara, sin gota de nata, con huevo, guanciale, queso de oveja y parmesano.
En Barcelona, nos rendimos ante los encantos de los espaguetis vongole de A Tavola.
No olvides descubrir de nuestra mano los diferentes tipos de pastas.
Las recetas dependen mucho del gusto del cocinero y de la zona de Italia. Tal vez la más famosa es la lasaña boloñesa, con salsa de tomate y ragú. La bechamel, salsa elaborada con una roux de harina de trigo y leche, es habitual en las lasañas. No obstante, hay infinitas alternativas. Actualmente están de moda las lasañas vegetales, que sustituyen las láminas de pasta (al hubo) por vegetales laminados como calabacín o berenjena. El ahorro en calorías es importante, y lo hace un plato adecuado para los veganos.
Si quieres comer una lasaña excepcional en Madrid pruebas las nuevas que tienen en cualquier GINOS: su lasaña de espinacas con queso de cabra, pesto y almendras, o la boloñesa con queso grana padano, son dos espectáculos.
En Barcelona no dudes en probar boloñesa que preparan en Come una Volta. Y si te queda hambre, sus pizzas son de lo más recomendables.
La nueva cocina también utiliza el ravioli con profusión por sus posibilidades a la hora de utilizar rellenos de todo tipo. ¿Quién no ha probado los raviolis rellenos de cola de toro estofada, pato o incluso opciones dulces?
En Madrid somos muy fans de los raviolis rellenos de gambas que sirven en Ôven, con salsa de tomate y olivas negras. Los encontrarás en sus sucursales de Atocha, Las Tablas, Gran Vía y Fuencarral.
En Barcelona, si quieres un poco de originalidad disfrutarás con los que preparan en Tengo hambre. Hay tres opciones fabulosas: de calabaza con trevisana y scamorza; de butifarra con salsa de azafrán o con bacalao y patatas.
La receta tradicional italiana emplea patata, harina, mantequilla y huevos en forma de puré compacto. Se cortan piezas a las que se hacen unas hendiduras con el tenedor. Se cuecenen abundante agua hirviendo; cuando los ñoquis están listos salen a la superficie de la olla. Se suelen comer con salsa de tomate, salvia o queso gorgonzola, aunque como sucede con las pastas, las posibilidades son enormes y la imaginación del chef marcará la receta.
En algunos países del Cono Sur latinoamericano es habitual comer ñoquis los días 29 de cada mes. Al parecer, esta costumbre reside en que las personas con menos recursos, a final de mes, disponían de pocos ingredientes en su despensa y esta receta sacaba de muchos apuros. Otras fuentes señalan a la leyenda de San Pantaleón. Este joven médico profetizó a unos campesinos vénetos que tendrían un año de cosechas excelentes. El episodio ocurriría un 29 de julio y, supuestamente, se instauró la costumbre de rememorar ese momento con este humilde bocado.
En Madrid, puedes probar unos excelentes raviolis de calabaza con mantequilla de salvia en Naia, conocido local de La Latina.
En Barcelona, Il Mercante de Venezia es un sitio de peregrinación para los amantes de este plato. Aquí los hacen al sottobosco (puerro, speck y provolone); a la padana (salsa de tomate, gambas y gorgonzola); con pesto; con trufas de verano y parmesano; gorgonzola, pimienta negra y nata; a la boloñesa (ragú de carne y pommarola) o simplemente con su salsa de tomate casera.
Las setas, los quesos, las espinacas y los mariscos están entre las materias primas más habituales con las que se hacen. Para conseguir un resultado óptimo es importante utilizar arroces que liberen mucho almidón, lo que garantiza la pastosidad clásica. Las variedades más populares son arborio, carnaroli y maratelli; son caras, pero es una inversión que merece la pena.
En Madrid, no puedes perderte el risotto dello Chef de Gioia, con boletus, hierbabuena y colas de gambas rojas. Es un sueño.
En Barcelona puedes reservar mesa en Murivecchi y elegir entre sus dos impresionantes risottos: uno con nueces, mascarpone, radicchio, gorgonzola y parmesano que es una explosión de sabores, o el más vegetal y ligero risotto con verduras de temporada.
En Madrid tienes este riquísimo plato en Pasta Mito Alburquerque o en la sucursal del Mercado de Chamartín.
En Barcelona, tienes este delicioso entrante (típico de Navidades) en Bronzo Spuntino Bar, un espacio famoso en la ciudad por la autenticidad de sus recetas venecianas.
Otros señalan el nacimiento del tiramisú en el mismo pueblo, pero en el restaurante Al Camín. Allí, a mediados de los años 50, la cocinera Speranza Bon hizo, supuestamente, una “coppa imperiale” hecha con los ingredientes típicos del tiramisú.
En cualquier caso, es una receta de fama mundial gracias a su cremosidad y a las posibilidades de adaptación de la receta. Los bizcochos que configuran el cuerpo principal del postre pueden ser de muchas clases (bizcochos de soletilla, los italianos savoiardi, bizcocho genovés…), así como el queso. Lo usual es utilizar mascarpone junto a las claras batidas a punto de nueve, pero un queso de textura similar funciona bien. Se emplea café y licor, aunque hay variantes modernas muy poco ortodoxas pero exquisitas, como el de fruta, chocolate, etc.
En Madrid tenemos que recomendarte encarecidamente el tiramisú que preparan en Luna Rossa: Es el postre ideal para poner fin (o principio) a una velada romántica. Y también nos gusta mucho el que sirven en los restaurantes Pizza Jardín.
En Barcelona te tentamos con el tiramisú de frutos rojos, más ligero pero igual de dulce, que preparan en 4 Capellans. ¡Supremo!
En Madrid, destacamos como sobresaliente la panna cotta de A vÁnvera, un italiano singular con el que creerás que estás comiendo en Italia. Luigi Bertaccini sabe conquistarnos…
En Barcelona te recomendamos que lo pidas como postre en AmoVino. Será un excelente epílogo para un almuerzo o comida regado con los mejores caldos.
Platos con pan
Pizzas
¿Sabes que el Día de la Pizza se celebra cada 9 de febrero? Si fuera por nosotros, rara sería la semana que no la homenajeáramos, dando buena cuenta de una. Es, seguramente, el plato más popular de la gastronomía italiana. Esta variante enriquecida del pan tiene su origen en el Nápoles del siglo XVII, donde empezó a hacerse tal y como hoy la disfrutamos. Sin embargo, habría que esperar a finales del siglo XIX para que le añadieran queso (nuestro ingrediente favorito).Una curiosidad: Si vas a Nápoles, debes saber que la auténtica pizza de este lugar tiene denominación de origen, la Especialidad Tradicional Garantizada (Specialità Tradizionale Garantita, en sus siglas en italiano).
Grosso modo, hay dos tipos de pizzas italianas: La napolitana y la romana. La primera se hace con una masa más hidratada, de forma que la corteza es esponjosa y la masa es más suave. La romana es más fina y crujiente (la masa contiene menos agua) y se hornea durante más tiempo.
Para tomar pizzas increíbles, te remitimos a nuestro reportaje sobre las pizzas gourmet en Madrid y Barcelona de nuestros restaurantes.
Focaccias
La focaccia es muy similar a la pizza, pero se diferencia de esta en que es más gruesa y esponjosa y no suele llevar salsa de tomate. De hecho, lo habitual es servirla con aceite de oliva, sal y algunas hierbas aromáticas. Fuera del país transalpino se utiliza a menudo como pan para hacer sándwiches y bocadillos.En Okavango, el nuevo espacio de Rumbo Aravaca (un proyecto del Grupo Larrumba) sirven una fabulosa focaccia de roast beef con salsa de pimienta y un toque de rúcula que parece hecha a posta para ser disfrutada, al centro, por todos los comensales.
En Barcelona hornean una gran focaccia en Inmortales, trattoria con gran tradición en la ciudad. Se sirve con tomates cherry, cebolla, mozzarella de búfala y jamón ibérico. Y si coges mesa con nosotros obtendrás un descuento de hasta el 50 por ciento en carta.
Platos de pasta
Espaguetis
Este tipo de pasta alargado y fino es otro símbolo culinario del país transalpino. Su nombre deriva de la palabra spago (en italiano, cordón). Parece ser que ya se consumían (al menos, una variante) en el siglo XII. Lo más habitual era servirlos con aceite de oliva, queso y pimienta; no sería hasta el siglo XVIII cuando se les incorpora salsa de tomate.Hay muchas recetas de espaguetis famosas; entre ellas destacamos los celebérrimos espaguetis con albóndigas, a la putanesca(con un toque picante, con aceite de oliva, ajo, tomate, peperoncino y anchoas), a la carbonara (la receta original no lleva nata) y los espaguetis alle vongole, clásicos en la cocina napolitana, preparados con un sofrito de ajo y aceite de oliva, vino blanco y almejas.
Para comer espaguetis increíbles en Madrid reserva mesa en Pasta Mito – Mercado de Chamartín o en su espacio de Alburquerque. Aquí hacen los auténticos espaguetis a la carbonara, sin gota de nata, con huevo, guanciale, queso de oveja y parmesano.
En Barcelona, nos rendimos ante los encantos de los espaguetis vongole de A Tavola.
No olvides descubrir de nuestra mano los diferentes tipos de pastas.
Lasaña
Es otra exquisitez italiana que admite una amplísima variedad de recetas y variantes. Parece ser que su origen es grecolatino, aunque la lasaña “moderna” no se empezó a preparar como tal hasta el siglo XVII.Las recetas dependen mucho del gusto del cocinero y de la zona de Italia. Tal vez la más famosa es la lasaña boloñesa, con salsa de tomate y ragú. La bechamel, salsa elaborada con una roux de harina de trigo y leche, es habitual en las lasañas. No obstante, hay infinitas alternativas. Actualmente están de moda las lasañas vegetales, que sustituyen las láminas de pasta (al hubo) por vegetales laminados como calabacín o berenjena. El ahorro en calorías es importante, y lo hace un plato adecuado para los veganos.
Si quieres comer una lasaña excepcional en Madrid pruebas las nuevas que tienen en cualquier GINOS: su lasaña de espinacas con queso de cabra, pesto y almendras, o la boloñesa con queso grana padano, son dos espectáculos.
En Barcelona no dudes en probar boloñesa que preparan en Come una Volta. Y si te queda hambre, sus pizzas son de lo más recomendables.
Raviolis
No hay consenso a la hora de establecer los orígenes de esta pasta rellena. Para algunos estudiosos, proceden de China (concretamente, de la pasta wonton) y fueron llevados a Italia por Marco Polo. Para otros, el raviolo es autóctono del país mediterráneo. Sea como sea, son exquisitos, y gracias a la migración masiva de italianos, han adquirido una enorme popularidad en países como Argentina, donde son un plato nacional, como el asado.La nueva cocina también utiliza el ravioli con profusión por sus posibilidades a la hora de utilizar rellenos de todo tipo. ¿Quién no ha probado los raviolis rellenos de cola de toro estofada, pato o incluso opciones dulces?
En Madrid somos muy fans de los raviolis rellenos de gambas que sirven en Ôven, con salsa de tomate y olivas negras. Los encontrarás en sus sucursales de Atocha, Las Tablas, Gran Vía y Fuencarral.
En Barcelona, si quieres un poco de originalidad disfrutarás con los que preparan en Tengo hambre. Hay tres opciones fabulosas: de calabaza con trevisana y scamorza; de butifarra con salsa de azafrán o con bacalao y patatas.
Ñoquis o gnocchi
Esta pasta italiana fresca se elabora con patata, aunque hay muchísimas variantes en las que se puede utilizar pan rallado, harinas de maíz o calabaza y, en países latinoamericanos, no es raro usar yuca, plátano o mandioca.La receta tradicional italiana emplea patata, harina, mantequilla y huevos en forma de puré compacto. Se cortan piezas a las que se hacen unas hendiduras con el tenedor. Se cuecenen abundante agua hirviendo; cuando los ñoquis están listos salen a la superficie de la olla. Se suelen comer con salsa de tomate, salvia o queso gorgonzola, aunque como sucede con las pastas, las posibilidades son enormes y la imaginación del chef marcará la receta.
En algunos países del Cono Sur latinoamericano es habitual comer ñoquis los días 29 de cada mes. Al parecer, esta costumbre reside en que las personas con menos recursos, a final de mes, disponían de pocos ingredientes en su despensa y esta receta sacaba de muchos apuros. Otras fuentes señalan a la leyenda de San Pantaleón. Este joven médico profetizó a unos campesinos vénetos que tendrían un año de cosechas excelentes. El episodio ocurriría un 29 de julio y, supuestamente, se instauró la costumbre de rememorar ese momento con este humilde bocado.
En Madrid, puedes probar unos excelentes raviolis de calabaza con mantequilla de salvia en Naia, conocido local de La Latina.
En Barcelona, Il Mercante de Venezia es un sitio de peregrinación para los amantes de este plato. Aquí los hacen al sottobosco (puerro, speck y provolone); a la padana (salsa de tomate, gambas y gorgonzola); con pesto; con trufas de verano y parmesano; gorgonzola, pimienta negra y nata; a la boloñesa (ragú de carne y pommarola) o simplemente con su salsa de tomate casera.
Platos con cereales
Risottos
El risotto es un plato muy famoso en Italia, sobre todo en la zona norte del país (Piamonte, Lombardía y Verona), que es donde más se cultiva este cereal. Se suelen complementar con parmesano, aunque su cremosidad y sabor han hecho el plato famoso en todo el mundo. Y con ello, la experimentación en torno a esta receta ha sido total.Las setas, los quesos, las espinacas y los mariscos están entre las materias primas más habituales con las que se hacen. Para conseguir un resultado óptimo es importante utilizar arroces que liberen mucho almidón, lo que garantiza la pastosidad clásica. Las variedades más populares son arborio, carnaroli y maratelli; son caras, pero es una inversión que merece la pena.
En Madrid, no puedes perderte el risotto dello Chef de Gioia, con boletus, hierbabuena y colas de gambas rojas. Es un sueño.
En Barcelona puedes reservar mesa en Murivecchi y elegir entre sus dos impresionantes risottos: uno con nueces, mascarpone, radicchio, gorgonzola y parmesano que es una explosión de sabores, o el más vegetal y ligero risotto con verduras de temporada.
Platos italianos de carne
Vitello tonnato
La ternera “atunada” es un plato muy popular de origen piamontés. Se usa carne de vacuno que se sirve con una salsa a base de atún, crema de leche y huevo, cuyo sabor se puede hacer aún más intenso con anchoas y alcaparras. También se consume mucho en Argentina, donde hay una amplia comunidad de raíces italianas.En Madrid tienes este riquísimo plato en Pasta Mito Alburquerque o en la sucursal del Mercado de Chamartín.
En Barcelona, tienes este delicioso entrante (típico de Navidades) en Bronzo Spuntino Bar, un espacio famoso en la ciudad por la autenticidad de sus recetas venecianas.
Postres italianos
Tiramisú
Este popular postre es símbolo de la repostería italiana, pero sus orígenes son recientes, aproximadamente en los años sesenta del pasado siglo. Los estudiosos sitúan su origen en Treviso, un pueblo de la región véneta. Hay quien apunta que se ideó en el restaurante Alle Beccherie del municipio. El cocinero, Roberto “Loly” Linguanotto, intentaba recrear una variante de la zuppa inglese (otro postre conocido en el país) y otros dulces que había visto en el extranjero. Su receta se popularizó rápidamente.Otros señalan el nacimiento del tiramisú en el mismo pueblo, pero en el restaurante Al Camín. Allí, a mediados de los años 50, la cocinera Speranza Bon hizo, supuestamente, una “coppa imperiale” hecha con los ingredientes típicos del tiramisú.
En cualquier caso, es una receta de fama mundial gracias a su cremosidad y a las posibilidades de adaptación de la receta. Los bizcochos que configuran el cuerpo principal del postre pueden ser de muchas clases (bizcochos de soletilla, los italianos savoiardi, bizcocho genovés…), así como el queso. Lo usual es utilizar mascarpone junto a las claras batidas a punto de nueve, pero un queso de textura similar funciona bien. Se emplea café y licor, aunque hay variantes modernas muy poco ortodoxas pero exquisitas, como el de fruta, chocolate, etc.
En Madrid tenemos que recomendarte encarecidamente el tiramisú que preparan en Luna Rossa: Es el postre ideal para poner fin (o principio) a una velada romántica. Y también nos gusta mucho el que sirven en los restaurantes Pizza Jardín.
En Barcelona te tentamos con el tiramisú de frutos rojos, más ligero pero igual de dulce, que preparan en 4 Capellans. ¡Supremo!
Panna cotta
Este postre piamontés es una auténtica delicia si te gustan los dulces lácteos y cremosos. Significa literalmente “nata cocida” y lleva nata, leche, azúcar y cola de pez u otro gelificante similar. Es habitual acompañarlo de frutos rojos, chocolate o caramelo. Es una receta de principios del Novecento italiano con gran difusión.En Madrid, destacamos como sobresaliente la panna cotta de A vÁnvera, un italiano singular con el que creerás que estás comiendo en Italia. Luigi Bertaccini sabe conquistarnos…
En Barcelona te recomendamos que lo pidas como postre en AmoVino. Será un excelente epílogo para un almuerzo o comida regado con los mejores caldos.
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