Un milagro en medio de la tragedia del accidente de avión del Chapecoense
Seis personas, dos en estado grave, sobrevivieron a la tragedia gracias a que la aeronave no explotó
En La Ceja, en el oriente de Colombia, es habitual que el cielo esté gris. Algunos de los pobladores de este municipio dicen que siempre hace frío, que llueve poco, pero que es constante. La mañana del martes, el panorama al que están acostumbrados fue diferente. Desde muy temprano sintieron los helicópteros que sobrevolaban la zona. Prendieron la radio y supieron que a pocos minutos de allí, a una media hora en coche, un avión se había estrellado. La noticia ya daba la vuelta al mundo. Una aeronave que transportaba a los jugadores del club de fútbol Chapecoense de Brasil se había accidentado y, al menos, 71 personas estaban muertas.
Los helicópteros y el trasiego de los voluntarios de la Defensa Civil que se encaminan hacia el Cerro Gordo, en donde cayó el avión, corresponden a las tareas de rescate que se desarrollan en el lugar del siniestro desde que se tuvo confirmación de lo ocurrido. Solo el mal tiempo, que se agudizó en la madrugada, obligó a que se pararan las labores por unas horas. En La Ceja, la gente que está en las calles da las indicaciones de los centros médicos a donde han sido trasladadas las personas que han sobrevivido. “Desde temprano la gente está buscando dónde están, parece que todos quieren comprobar si hay vida después de lo que pasó”, dice un trabajador de una obra de construcción. “Por allá llevaron a los futbolistas”, señala en dirección recta. Se refiere al lugar al que han sido trasladados los futbolistas Alan Ruschel (23 años) y Helio Hermito Zampier (31 años), además de al periodista Rafael Valmorbida (43 años), tres de los seis supervivientes del siniestro.
Guillermo León, director de la Clínica San Juan de Dios de La Ceja, antepone a la situación médica de los pacientes, el “milagro” que, según él, permitió que sobrevivieran. “Es un milagro. No hay duda. Es muy poco probable que se supere un accidente así. Afortunadamente no hubo una explosión porque el saldo de muertos habría sido total”, dice rodeado de periodistas de varias partes del mundo, sobre todo de Brasil. Tras una intervención quirúrgica, el delantero Ruschel fue trasladado a otro centro médico, en el vecino sector de Rionegro, ya que requería de un tipo de examen que solo podía hacérselo en esta clínica. El periodista Valmorbida, que desde su entrada al hospital permanece entubado, tiene un diagnóstico estable y está “evolucionando hacia la mejoría”, confirmó el doctor León. A primer ahora de la tarde, otro de los futbolistas, Zampier, había sido sometido a una cirugía, después de que sus signos vitales fueron estabilizados.
A pocos kilómetros de allí, en Rionegro, el técnico de la tripulación Erwin Tumiri y la auxiliar de vuelo Ximena Suárez, permanecen estables. Aunque presentan contusiones y varias heridas, fueron ubicados en habitaciones en la Clínica Somer, en donde el cuadro más complicado, según las autoridades médicas, es el del futbolista Ruschel, quien está siendo valorado neurológicamente y permanece en la Unidad de cuidados intensivos (UCI). El director del Hospital San Vicente Fundación de Rionegro, explicó que el portero de, 24 años, Jackson Follmann, continúa siendo atendido por especialistas en la UCI. Aunque versiones de medios habían hablado de que estaría a punto de perder una de las piernas, la institución médica ha señalado que por respeto a la familia y por petición del club, no se referirán a las intervenciones quirúrgicas por las que ha pasado el joven.
Nicolás Gutiérrez, desde la puerta de la Clínica San Juan de Dios, en donde trabaja como vigilante, relata cómo han sido las últimas horas entre la zozobra de saber si había alguien vivo después del accidente y la atención a los periodistas y vecinos del sector que han querido saber cómo están los heridos. Su hija, Ximena, de 21 años, lo despertó a las 11 de la noche con la noticia. "Somos hinchas de El Nacional y estábamos pendientes de la llegada del equipo rival", cuenta. Su hija es paramédica y voluntaria del Cuerpo de Bomberos de La Unión, el otro municipio que colinda con el lugar en donde ocurrió el accidente.
"Me levantó para llevarla al lugar donde la iban a recoger para atender la emergencia", cuenta. En su moto, a medianoche, dejó a Ximena con el equipo que iría a la zona. Unas horas más tarde, Nicolás empezó el turno de vigilancia en la clínica. "Como a las 5:45 llegó uno de los heridos. Supe que era Helio porque yo ayudé a entrarlo. Estaba consciente, dijo su nombre", relata. Dice que desde que dejó a su hija con el grupo de rescatistas no han vuelto a hablar.
"Sé que ya volvió a la casa, pero no hemos tenido tiempo de conversar", asegura desde la clínica que ha habilitado una sala para los periodistas brasileros, que estaban en la región desde unas horas antes de la tragedia. Habían llegado a cubrir el partido de fútbol y se dirigían al aeropuerto a recibir a los jugadores de su país cuando se enteraron de la tragedia.
Las autoridades médicas de los tres centros que asisten a los supervivientes han asegurado que dispondrán de un canal para atender a las familias de los heridos que vayan llegando a lo largo del día, según informó el director de Medicina Legal, Carlos Valdés. El responsable sanitario también ha explicado cómo será el procedimiento para la identificación y entrega de los cuerpos en Medellín, a un poco más de una hora del lugar del accidente. “Tenemos dispuesta una morgue con suficiente capacidad para atender este desastre, laboratorios de biología, de genética, dactiloscopia, radiología, los responsables de la identificación”, relató minutos antes de viajar hacia Medellín. Se ha establecido con el Gobierno de Brasil el envío de documentos que permitan identificar todos los cuerpos. “Necesitamos elementos que puedan contener las huellas dactilares, historias clínicas, historias odontológicas. También tenemos línea directa con la Policía Federal en Brasil”.
En el Instituto de Medicina Legal de Medellín, la capital de Antioquia, se esperaba que llegasen a lo largo de la tarde los cuerpos, que en helicópteros eran trasladados directamente desde el lugar del siniestro. Allí se les practicará la necropsia médico legal y los demás exámenes para lograr su identidad. Según Valdés, en tres días se podría tener la identificación total de las personas que murieron en el accidente y, como muy tarde el fin de semana las familias ya habrían recibido los cuerpos. 45 personas de la institución serán las encargadas del proceso de identificación y entrega. En la capital de Antioquia se celebrará la noche del martes un homenaje en el estadio Atanasio Girardot. En La Ceja y en los alrededores de la ciudad se convoca a llevar flores y banderas blancas. A rendirle culto a los futbolistas por los que hoy todo el mundo se ha unido en su honor.
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